jueves, 27 de noviembre de 2008

Una segunda oportunidad


Hace relativamente poco tiempo, me di a la tarea junto con mis amigos del trabajo de buscar algunas frases motivadoras. El objetivo de esto era utilizarlas para una presentación, pero definitivamente contarles sobre eso no es el motivo de esta entrada del blog.

Una de las ideas que encontramos hablaba sobre si una persona encontrase un genio y este le concediera un deseo, lo que pediría sería una idea. Sin embargo, a mí se me ocurrió otro deseo y creo que sería algo que muchos pediríamos: una segunda oportunidad.

Tal vez con el poder del genio podríamos pedirle algo muy raro como regresar en el tiempo y hacer que las cosas fuesen mejor. Sin embargo, ¿qué triunfo sería ese? ¿Nos sentiríamos satisfechos con algo así? En lo personal, para nada.

Creo que muchos hemos soñado con una segunda oportunidad para volver a hacer las cosas, o probablemente para no hacer algo que hicimos, y que hoy en día pensamos que fue un error. Pero ya lo pasado quedó en el ayer, y simplemente es una lección de vida.

Pero hay cosas que pueden todavía pueden cambiarse, y para ello es que quisiéramos esa preciada segunda oportunidad, que en ocasiones es posible que jamás se presente en nuestra vida. No depende de nosotros que se presenten sino de las circunstancias, las cuales no están siempre a nuestro favor.

Pienso que cuando te llegue una segunda oportunidad para algo, aprovéchala. No estoy diciendo que esta vez lo puedas hacer perfecto o no fallar en esta ocasión, pero esa nueva ocasión para hacer las cosas una vez más es algo por lo que daríamos mucho. Claro, hablando cada quien de su caso personal.

Espero que en la vida tengamos esa segunda oportunidad para volver a intentar hacer las cosas. Y no, no me voy a poner a buscar un genio de la lámpara, simplemente se debe estar consciente y siempre estar atento a que ese chance se presente.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Siempre una sonrisa en la cara


Todavía recuerdo que en mi antiguo blog, en uno de los post toqué un tema algo peculiar y que llamó la atención a más de uno: mi actitud ante los problemas.

Como todos, tengo problemas de cuando en cuando. Sin embargo, me han llegado a comentar que parece que no me afectaran, porque siempre me ven de buen humor. Mi respuesta a esa suposición fué un “claro que me afectan y mucho”, pero si hay algo que me molesta, ¿para que ir dando pena por ahí, mostrando mi pesar?

Y tampoco estoy cayendo en la típica máscara del mexicano, que oculta sus problemas, aunque por dentro este que no se aguante. Más bien, es una actitud la que tomo, pues aunque haya tenido algo que me cause problemas, siempre tomo en cuenta que hay otras cosas que me sirven de fuente constante de alegría.

Por otra parte, también queda el pensar que los tiempos malos pasarán y tendremos otros donde estaremos gozando, incluso ríendonos de lo ocurrido. Tengo una sola vida -de hecho todos-, y no vale la pena desperdiciarla haciendo corajes.

Creo que por eso me río mucho. Y siempre intento mostrarme de buen humor, aunque no lo logre el 100% del tiempo evidentemente. Pero es más que probable que me veas serio porque tengo sueño que por algo que me este afectando. Siempre intento mantener la sonrisa en la cara, porque normalmente nos vamos a encontrar a otras personas que están de mal humor, ¿y qué mejor manera de alegrarles el día, que encontrarse a alguien sonriente? En caso contrario, haríamos una cadena de amargados y ya vemos como abaría el mundo.

Este es un post dedicado a todos aquellos que siguen la filosofía de sonreír para alegrar su mundo y el de los demás; por otra parte, también noto que no actualicé el blog en más de un mes, así que intentaré poner otra cosa pronto. Tal vez este tema no fué demasiado profundo, pero si calma las ansías de escribir de uno.