miércoles, 19 de marzo de 2008

Una carrera sin planeación.

Estaba corriendo, como parte de mi entrenamiento de box. Entonces, empecé a dar vueltas alrededor del Salvador Alvarado, pero por estar pensando en otras cosas mientras estaba ejercitándome, comencé a correr y correr y de momento me cansé.

Eso fue que (aunado mi regular condición física :P ), no me había puesto una rutina o saber qué es lo que iba a hacer. Tampoco había fijado mi meta para esa semana. Entonces, planee que iba a dar una vuelta completa al estadio durante la primera semana, y ya para la segunda iba a hacer vuelta y media.

De esa manera, ya había planificado como iba a resultar esa carrera, teniendo ya metas fijas, lo que hacía que no me cansara en vano, sino lo necesario para llegar a la meta. Y tomando el estilo de mis antiguas reflexiones, podemos aplicar esto a la vida.

Esforzarse y dar todo de nosotros sin tener una meta de lo que queremos lograr, nada más hará que nos cansemos y sintamos que por más que nos esforcemos, no logremos nada. Eso es porque no tenemos algo a la vista, algo que alcanzar, porque en realidad estábamos haciendo por haciendo, sin saber cuándo terminará. En cambio, con una meta podemos calcular cuánto falta, donde debemos esforzarnos más, en qué momento descansar, etc..

Me da curiosidad el ver como 2 cosas como son nuestros planes y una simple salida a correr se pueden relacionar, pero es porque las 2 son carreras: una en la pista y otra de la vida.

1 comentario:

Zethicus dijo...

De algo sirve tener metas a largo, mediano y corto plazo :p.