Reflexión por mi cumpleaños

Hacer una reflexión junto con el cumpleaños es así bien cliché, pero como que es una parte de la celebración, sobre todo cuando se te van acumulando los años y además que yo me he caracterizado por mis reflexiones. No, voy a empezar con traumas de que ya me estoy comenzando a sentir viejo, tal vez haga el comentario cuando empiece a ver que no tengo “veintitantos” sino que comienzo con los “treinta tantos”, pero no es el tema del día de hoy.

De hecho todavía puedo ser considerado un adulto-joven. Si, aún puedo portar de alguna manera el título de joven, aunque obviamente ya no soy tampoco ningún “chavito”. Cuando uno era más niño, esperaba el cumpleaños como una gran fecha porque iba a recibir multitud de regalos. Pero conforme uno va haciéndose mayor, el esperar esta fecha no es precisamente motivo de temor, sino de pensar y recordar por todo lo que hemos pasado en los años anteriores, todas las experiencias que nos han ocurrido.

Buenas o malas, ellas han formado lo que somos hoy, para bien o para mal también. Cuando uno ya es un anciano, ya la tendencia es vivir de los recuerdos, pero yo por lo menos todavía no estoy en edad suficiente para ponerme a respirar de ellos. Estoy cumpliendo 25 años, con la expectativa de saber qué es lo que vendrá en los próximos años, pero no con la firme intención de no esperar que ver que viene hacia mí, sino de ir hacia lo que yo quiero.

A veces es fácil decir frases tan inspiradoras y no aplicarlas a la vida real, acepto que no es sencillo lograrlo y en más de una ocasión me he echado para atrás. ¿Por qué razón? Temor, inseguridad, falta de confianza, etc.…pero cuando lo he logrado, la satisfacción de haberse vencido uno mismo es grandiosa.

Sería interesante ponerme a agradecer a todas las personas que han dado algo importante en mi vida, pero sería injusto porque seguramente olvidaría a algunos, incluyendo a los que ya no están cerca de mí, pero que de alguna manera influyeron en su momento. Evitaré poner nombres, tú sabrás si yo he sido parte importante en tu vida, que tú lo has sido en la mía. Cada quien lea para sí mismo esta parte en negritas, es un gracias personal no firmado para nadie en especial. Pero seguramente varios de ustedes lo tomarán para sí, para algunos no significará nada. Cada quién ya sabrá.

A mis padres serán los únicos que nombraré como agradecimiento, aunque ellos nunca lean este blog. Bueno, pues el cumpleaños no es el final de algo, solamente es un momento de descanso en este largo caminar de la vida...y si, me gusta echarle mucha “crema a mis tacos” con mis textos, pero bueno, ese soy yo.