Hace ya casi una semana que pasó mi cumpleaños, pero no había tenido tiempo para sentarme con calma a escribir estas líneas. Y pues en esta ocasión vengo de presumido, pues quiero compartirles lo afortunado que soy. No soy rico y definitivamente no creo sacarme la lotería, pero estoy diciendo que tengo lo más valioso, que son tener buenos amigos.
Creo que no todos pueden presumir que en alguna ocasión le hicieron una celebración sorpresa, yo si puedo. Mis amigos me sorprendieron con una pequeña reunión el día de mi cumpleaños, realmente ese día pensé que iba a ser bastante normal y nos íbamos a reunir posteriormente. Sin embargo, en medio de mi rutina diaria aparecieron con pastel con una vela, una sonrisa y el deseo de felicitarme. Eso, es realmente impagable.
Uno definitivamente comete errores, hacia uno mismo y hacía las personas. Disto mucho de ser perfecto, pero algo he de estar haciendo bien que me gané que haya personas que me consideren su amigo y que se tomen el tiempo suficiente para hacerme sentir bien en un día tan especial.
Este texto iba a ser más nutrido, pero a la mera hora no se me ocurrió más que agregarle. Aarón, Mario, Miguel, Landy y Lizbeth, todos en estricto orden alfabético y nada más, les agradezco mucho ese día. Ya se los dije en persona, pero saben que me gusta escribir y hacer público este agradecimiento. Con aliados como ustedes, el paso por este mundo se vuelve algo digno de vivir.
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